Hace un par de años, para ser exactos en 2020, el mundo se paralizó con una imagen en Minnesota, donde un policía abuso de su fuerza excesiva y privo de su vida a una persona. El caso se hizo viral principalmente por que hacia referencia a un caso de racismo, y exponía una vez más al mundo las diferencias tan grandes que existen entre humanos en pleno siglo XXI.
El caso George Floyd vino a recordarnos el racismo sistémico que existe dentro de un estado, o país, y que así como en esa zona se vive eso, por otro lado México es esclavo de sus creencias, de la corrupción, de inseguridad, de clasismo, de machismo, de feminismo también, de que la balanza nunca estará pareja, de que no se puede contra el aparato se gobierno, mucho menos contra la idiosincrasia social.
La humanidad siempre ha vivido de las tragedias, la historia de la sociedad en sí, está resumida en unas cuantas clases y libros de texto que hablan de tragedias y eventos que marcaron el rumbo de una sociedad, estado o país, con situaciones de guerra, de decadencia de falta de humanidad.
Hoy en día tenemos eventos que marcan y alertan a todo un país y nos hace empatizar, unirnos, pero a veces somos egoístas y no volteamos a ver al prójimo, a países que viven en guerra, en constante conflicto, en ciudades dentro del mismo país que son las más violentas según la encuesta de seguridad por parte del INEGI, donde ni siquiera se puede salir a la calle con una precepción mínima de seguridad. Pero a ve es somos de oídos sordos y ciegos ante esto, a veces volteamos a ver la realidad cuando un evento siembra la incertidumbre, miedo e inseguridad en todo un país.
El reflejo de Debanhi, nos habla del papel que ha jugado la mujer en México a lo largo de las décadas, de una descomposición social que siempre ha puesto como prioridad siempre el orden de interés masculino, en ámbitos políticos, sociales, laborales, económicos, donde hoy en la actualidad se ha ido pasando más a la paridad de género y equidad, pero que es un trabajo difícil de lograr.
Así mismo la mujer siempre ha sufrido y estado en la esfera de grupo de acoso, violencia de género, intrafamiliar, machismo, situaciones que son muy difíciles de erradicar de un momento a otro, pero que todos como sociedad, tenemos la tarea de cambiar las acciones, perspectiva y erradicar paso a paso este sistema.
El caso Debanhi, por respeto no lo toco, solo es un ejemplo que expone a la ciudadanía, a los tres poderes de gobierno, a la falta de empatía entre las mismas mujeres, al machismo generado hacia la mujer y una triste idea de que es un objeto, hacia la tristeza que genera la pérdida humana.
Ninguna vida vale más ni menos que otra, ninguna vida debería de ser perdida sin respuestas.
Escribir sobre este tema, es delicado, es difícil, es poner en tela de juicio y exponer a la crítica, pero sobre todo es generar empatía social, es crear conciencia de el valor que tiene una vida, del valor que tiene un ser humano, no imprima su edad, su género, su sexo, su ideología, su color de piel, su nivel económico, su estrato social, su religión, si habla o no tu idioma, al final lo único que debería importar en esta vida, es que todos somos humanos y la humanidad debería ser, libertar, vivir tu vida a tu manera y como quieras, sin miedos, sin inseguridad, sin pisar la libertad de los demás, dándole sentido a cada uno de tus días. Humanidad debería ser un piso parejo para todos, pero veces la realidad no es tan real….
David Toache
Lic en Nutrición, escritor, asesor de capacitación por la secretaria de prevención social
