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Cuando las instituciones se vuelven grilletes

Aquí no hay dignificación de sueldos, aquí muchas veces no importa que tengas licenciatura, maestría o doctorado, ¿Da igual no? Lo importante es llevar comida a la mesa de tu casa y sobrevivir.

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Lic. en Nutrición, escritor y asesor de capacitación por la Secretaria de Previsión Social.

En esta vida el acceso a vivirla, es a través del dinero, y este se obtiene mediante el intercambio de tiempo, servicio, capacidades, oficio o profesión.

En México la palabra más sonada todos los días es chamba, para el mexicano no hay de otra. “Aquí chambeando, no hay de otra”, por que lo que importa es llevar la comida a la mesa sin importar o demeritando si eres médico, enfermero, albañil o cualquier oficio o profesión.

En este país hay un problemón… bueno hay muchísimos, unos que se solucionan, otros que sinceramente nunca se van a solucionar, este el presidente o no, pero uno grandísimo, deshonroso y vergonzoso, son los sueldos.

Aquí no hay dignificación de sueldos, aquí muchas veces no importa que tengas licenciatura, maestría o doctorado, ¿Da igual no? Lo importante es llevar comida a la mesa de tu casa y sobrevivir.

Vivimos la mayor era de oferta educativa donde se gradúan un sin número de profesionistas competitivos entre sí, pero donde la oferta no va acorde a la demanda, donde te tienes que conformar a veces con migajas.

Ya si hablo muy especifico es increíble como profesiones, sean pagadas como técnicas, desvalorando todo el trabajo que hay detrás para obtener un título, por ejemplo , instituciones y profesiones de la salud en donde una enfermera, repito, una enfermera que es base de un hospital, haciendo múltiples funciones, se le pague como técnica o el nutriólogo, la trabajadora social, o que decir de un maestro de educación básica media superior y superior, que son quienes educan y forman a las generaciones de jóvenes tengan sueldos tan mediocres, así mismo el sistema de seguridad, policías municipales, que en teoría son el primer orden de atención y seguridad ganen tan poco.

Es ilógico ponerse una marca, estar motivado, hacer un sinfín de funciones cuando las horas trabajadas y trabajo realizado difiere mucho de la ganancia. Aun así en ocasiones por el “confort” la “seguridad”, las “prestaciones” y lo que sea que te pueda “vender” una institución o empresa te casas, la defiendes y morirías por ella, como si te debiera algo…

En México la vida no es sólo chambear, hay de muchas y si tienes un talento, se compra, pero para eso tienes que tener un impacto social.

Al final el estancamiento de sueldos durante años, el rezago laboral, la falta de calidad y diferenciación dentro de todos los sectores laborales, es una culpa conjunta, entre la falta de voluntad política y moral de los tres niveles de gobierno, de una ciudadanía con oídos sordos y que se hace de la vista gorda, de una falta de actitud, empatía por querer cambiar, mejorar y transformar este país.

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